El ambiente expositivo anterior nos lleva a otro ambiente que es posiblemente el de mayor interés del museo y, por supuesto, origen del mismo. Se trata de la escultura religiosa, donde se exponen las obras de la Semana Santa crevillentina.
Cabe recordar que la escultura religiosa procesional fue un tipo de encargos a los que Benlliure se dedicó casi en exclusividad durante la última etapa de su vida. La mayoría fueron pasos procesionales que modelaba en barro y los colaboradores del taller, principalmente Mariano Rubio y Juan García Talens, terminaban. Dada su avanzada edad, ya no se percibe la soltura y frescura de las obras que acompañó a gran parte de la producción del artista.
Las obras que se exponen miran hacia el centro donde el protagonista es el Santísimo Cristo de Difuntos y Ánimas (1945), cuya obra en madera policromada está colgada de una de las cerchas y debajo tiene su modelo en escayola. Las otras obras son el boceto y el modelo de la Entrada de Jesús en Jerusalén (la obra póstuma según reza la tradición), y los modelos de Jesús Nazareno, Las tres Marías y San Juan, y el busto de La Dolorosa. Detrás del Cristo se encuentra el Santísimo Cristo Yacente, otra obra emblemática de la Semana Santa, del que también se muestra el boceto y el modelo a tamaño natural.