HISTORIA DEL MUSEO

La idea le fue expuesta al propio escultor quien dio las instrucciones pertinentes para que tras su muerte fuese trasladada a Crevillent parte de los bocetos y modelos realizados en escayola de su estudio.

El Museo Municipal Mariano Benlliure nació de la propia relación entre el artista y el pueblo de Crevillent, relación mantenida a través de la familia Magro.

Llevar esta tarea a la práctica se convirtió en una tarea ingente y ardua. Con el apoyo de la Junta de Cofradías de Semana Santa, Álvaro Magro, su creador y principal impulsor, abrió al público en 1961 en una casa de su propiedad, situada en la calle Sagrado Corazón de Jesús, una exposición permanente con cerca de 109 obras. Esta exposición recibió en ese mismo año la visita del entonces Director General de Bellas Artes D. Gratiniano Nieto Gallo, quien maravillado por la originalidad de la colección decidió impulsarla. Así pues, se acondicionó la cripta de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Belén (finales del XVIII) para albergar el futuro museo, el cual abría sus puertas en 1967, año en que asimismo se autorizaba la creación del mismo de titularidad municipal por medio de una Orden Ministerial.

A partir de 1970 se produce lo que podemos denominar como un despegue del museo. El ayuntamiento crevillentino, coincidiendo con los nuevos tiempos políticos, se interesa vivamente por aumentar el patrimonio artístico y se asiste a la adquisición de una serie de obras de Benlliure, así como a un goteo constante de depósitos y donaciones.

Con el tiempo, esto hace que el recinto resulte insuficiente para satisfacer las necesidades de una colección en crecimiento, y por ello, en 1985 se inauguró un Anexo al Museo, situado en la calle Sagrado Corazón de Jesús nº 6. De este modo el museo se dividía en dos secciones: los bocetos y modelos en escayola expuestos en la Cripta y la obra acabada en el Anexo.

La relevancia que adquirió entre el público visitante, así como entre los círculos culturales en general, le valió para que la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia en 1989 le concediera la “Medalla al Mérito en las Bellas Artes”.

Por consiguiente, el museo era, y es, pues en una institución cultural señera en el ámbito local, cuya trascendencia rebasaba los límites de Crevillent. Pero también es cierto que desde su inauguración sus reformas, tanto en la Cripta como en el Anexo, fueron mínimas. Un proyecto museográfico obsoleto y unas condiciones ambientales perjudiciales para la conservación de los modelos en escayola, principalmente por lo que respecta a la Cripta, constituyeron motivos más que poderosos para cerrar sus puertas en abril de 2000 y proceder a una remodelación del mismo acorde a las demandas de la sociedad de hoy en día.

El nuevo museo, lo que hace es añadir al edificio del Anexo, nave industrial de fines del siglo XIX, el inmueble contiguo (nº 8 de la c/ Corazón de Jesús). Ambos edificios se comunican abriendo dos grandes vanos en cada planta y se respeta las fachadas traseras. Desde el punto de vista estructural el Anexo no sufre modificaciones: Se mantiene la estructura de dos plantas con una cubierta a dos aguas soportada por una espléndida armadura de madera de parhilera con tirante y jabalcón, y un vacío en la parte de la c/ Corazón de Jesús delimitado por un tabique y un ancho pasillo volado con antepecho, que permite ver la planta baja. Con relación al edificio contiguo, se ha respetado a grandes rasgos su tipología estructural, con su planta baja y dos plantas piso, y sobre todo en lo que se refiere al vacío de la parte recayente a la c/ san Cayetano. Entre los dos edificios hay una superficie de 885,13 m².