En la exposición tenemos tres vitrinas, en la primera de ellas se nos muestran moldes de fundición de herramientas (hachas y espadas) junto a alguna réplica, y cerámica de uso cotidiano de diferentes ámbitos sociales. Justo al lado tenemos una peana con un molino de mano para moler trigo.
Las vitrinas restantes se ocupan del mundo orientalizante dentro del yacimiento de Penya Negra. En una de ellas se muestran matrices de orfebre del Camí de Catral y la Canyada Joana, sin duda, uno de los conjuntos de mayor importancia de la exposición. Se trata de unos bronces que presentan motivos mitológicos de la más pura raigambre oriental (leones, grifos, cabras rampantes, la flor de loto, la palmeta de cuenco, el Árbol de la Vida…). Destacan también los lingotes de bronce binario y ternario en gran número, prueba de que nos encontramos ante un centro metalúrgico de primer orden, así como las puntas de flecha de anzuelo tipo Macalón que evidencian un final violento de esta ciudad. En la tercera vitrina se exponen las cerámicas orientalizantes en todas sus variedades, las cuales nos hablan de las relaciones comerciales de este floreciente núcleo urbano en contacto con los ambientes tartéssicos y fenicios.